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Las 3i, nuestra visión del Marketing de Contenidos
De leyes y reglas está dotada la vida, como de marcas y productos el mercado global.
En medio de tanta saturación y polución informativa, conseguir trazar un esquema sobre el cual basar la comunicación se vuelve imprescindible, como una suerte de fórmula que guía a la creatividad por buen camino.
En la última edición del Laud realizada en diciembre pasado, Santi Giménez y Ale Peralta Kulik nos condujeron por los caminos de la comunicación, desde la premisa más importante sobre la cual se rige el entendimiento humano (y
ya no tan humano) que es la conversación.
¿Qué es la conversación?
Un debate entre los presentes animó al intercambio, donde cada uno logró transmitir lo que consideraba que es una conversación, con sus partes y objetivos correspondientes.
Por un lado, se dijo que era el proceso de entregar un mensaje, una estructura dada por un emisor y un receptor, una decodificación; también se dijo que es el juego de ampliar conceptos y hubo quienes fueron más allá al afirmar que una conversación es para mucha gente, la puja por quién tiene la razón.
La RAE por su parte la define como el acto comunicativo que se establece entre dos o más partes y que supone el intercambio de ideas.
Y si esto lo sintetizamos da como resultante una palabra muy conocida y utilizada todos los días en nuestro rubro: INTERACCIÓN.
De esta manera podemos distinguir los elementos que intervienen en la correcta comunicación, que parten del emisor o sujeto que envía el mensaje, el mensaje en sí, el lenguaje y/o formato (idioma, textos, videos, imágenes) el canal (redes sociales, web, YouTube, etc.) el contexto (el entorno) y finalmente, nuestro receptor (público objetivo).
Ahora que ya ahondamos en el significado de la palabra conversación y sus partes, trasladamos ese preciado elemento del lenguaje al terreno que nos corresponde y apasiona: la publicidad, en la cual nos hallamos en constante movimiento y comunicando cierto tipo de contenido basado
en tres características fundamentales:
Inspirador: Debe generar una conexión emocional y diferencial con el público.
Interesante: Despierta el interés y motiva a la interacción con el contenido.
Informativo: Se centra en lo educacional y en brindar información de manera sencilla.
En esta instancia, dividimos la conversación también en tres partes que son:
Lo que tenemos que tener bien en claro es la intención de toda esta movida narrativa, el objetivo por el cual necesitamos generar la conversación y nuestro propósito en la vida: queremos generar conversación o subirnos a una para ser referentes, relevantes, escuchados y recomendados
La característica de un contenido inspirador es que debe ser posible distribuirlo por todos los medios posibles y que no necesariamente esa campaña o contenido esté relacionado a un producto o servicio que ofrece la marca. Lo más importante es que la gente sepa que existe la marca, antes de saber cuál es el producto o el servicio.
Cuando hablamos de contenido interesante nos referimos a un contenido que logre entretener a la audiencia y los motive a compartir e interactuar con la misma. Este contenido ayuda a formar una relación estrecha con el público, ganando su confianza.
Y finalmente, se encuentra la parte informativa del
contenido, donde se educa a la audiencia a través de información simple y que responda a la solución de problemas, cubriendo de esta manera todos los posibles huecos que podría tener el contenido.
De esta manera, las 3i nos permite al momento de comunicar algo, ofrecer todo lo que los usuarios necesitan saber a través de un contenido de calidad que aporta de diversas maneras a la audiencia y enriquece con conocimiento un entorno saturado de información que precisa ser filtrado
constantemente.
