
Sabiendo que los medios evolucionan al ritmo de sus audiencias, participamos como agencia publicitaria en el evento “La TV que se viene”, organizado por Agustín Genovese desde 2014, que este año se celebró a fines de mayo. En esta edición, el foco estuvo en los desafíos actuales de la televisión nacional y su necesaria reinvención. Para nosotros, fue una oportunidad valiosa para repensar cómo lograr una comunicación más efectiva con los nuevos espectadores y reafirmar nuestro rol como creadores de ideas en un ecosistema cada vez más multiplataforma.
Como cierre de la jornada, fuimos parte de la última ronda de charlas del evento, que reunió a referentes de la industria televisiva y publicitaria como: Marcelo Fleitas (Director General del SNT), Luján del Castillo (Gerente de Marketing y Desarrollo de Negocios del Banco Familiar), Laura Arias (Gerente Artística de Telefuturo), Analía Baglieri (Directora de Medios y PR en Nasta), y Nicolás Manoiloff (CEO de Texo). Desde nuestra óptica, renovamos nuestras expectativas e ideas para llevar a la práctica desde nuestro rol en la comunicación.
Gracias a las perspectivas únicas que compartieron desde su amplia trayectoria, nos interpelan no sólo como creativos, sino también como consumidores. Sabemos que cada generación crece con el miedo latente de perder aquello que le es tecnológicamente familiar. Y es que el avance digital no da tregua: basta un parpadeo para que surja un nuevo dispositivo o plataforma que nos exige adaptarnos una vez más.

La generación millennial, por ejemplo, ya ha vivido pérdidas que parecían impensables: cassettes, disquetes, CDs, y hasta pendrives. Luego, la disminución progresiva de los medios escritos fue reemplazada por una innovación más accesible y funcional: el avance digital integral. Este avance genera temor en los medios más tradicionales como la radio y la televisión, que, contra todo pronóstico, siguen adaptándose y evolucionando junto al público y las tendencias.
Como profesionales curiosos y creativos, pudimos percibir claramente que la televisión enfrenta hoy una decisión crucial: expandirse hacia un territorio nuevo y con fuerte presencia juvenil: el streaming. Hoy streamers son figuras frescas dentro de estas plataformas, donde establecen vínculos con sus seguidores, que en su mayoría son parte de la generación Z; influyendo en decisiones de consumo, percepción corporal, salud mental, cultura, normas sociales y comportamiento colectivo. Como bien lo hacemos desde Lupe, y alineados con todo lo que nos dejó La TV que se viene; cada campaña que ideamos debe centrarse en las personas, sin caer en la trampa de hacer “publicidad para todos”, que termina siendo “publicidad para nadie”.
Cada marca se alinea con una personalidad, un nuevo líder de opinión o una plataforma específica. No podemos pretender abarcar a todo el Paraguay, cuando nuestra riqueza cultural se basa precisamente en esa diversidad de miradas, vivencias y formas de pensar. Si el mensaje es bueno y honesto, conectará con el público correcto sin importar el canal por el que se difunda.
Este evento nos dejó un recordatorio poderoso: para conectar de verdad, hay que mirar “más acá” de lo que estamos acostumbrados a consumir: desde una visión que va más allá de la ficción. y acercarnos a una representación auténtica de la realidad. Porque ver “más acá” es ver a la gente, es ver el día a día, y vernos a nosotros mismos, reconociendo lo que nos une desde lo humano.
Porque ya no somos los únicos generadores del relato. Hoy, la conversación nace orgánicamente del individuo que opina en redes, en la calle, en los afters, y nosotros nos sumamos a ella con empatía. Lo que le interesa al paraguayo aparece desde el primer scroll de la mañana, se comenta en la oficina, se viraliza en TikTok o se analiza en los streams de moda. El contenido fluye y llega, por distintas vías, a todos los rincones.
Los influencers ya no solo venden productos, hoy venden emociones, vulnerabilidad, humanidad. Y es justamente eso lo que queremos ver reflejado también en pantalla; no solo como consumidores, sino como personas reales con problemas, pensamientos y emociones compartidas.
El futuro de la televisión es, inevitablemente, digital. No porque los formatos anteriores estén obsoletos, sino porque el punto de encuentro de las personas, ese lugar donde se forma la conversación social y cultural, ha migrado a espacios más dinámicos, interactivos y diversos. En este nuevo escenario, el desafío ya no es solo captar la atención, sino lograr que las personas se vean reflejadas, se sientan escuchadas y conecten de verdad. Y para eso, más que nunca, necesitamos ver “más acá” de la TV.